Los tardígrados, quizá debido a su miniaturarización (Nelson, 2001), carecen de sistemas respiratorio y circulatorio especializados. La respiración se produce a través de la cutícula (Nelson, 1991a y 2001) y la circulación se lleva a cabo mediante el movimiento del fluido y de las células de la cavidad corporal cuando el animal se mueve (Nelson, 1982, 1991a y 2001).